jueves, 30 de agosto de 2012

Cycling Dolomiti: 5.- Santa Caterina – Santa Caterina (Stelvio-Umbrail) 125 km.

Al parecer a todo el mundo no le sientan igual de bien las cervezas, no recupera igual, o le afecta más el canguelo de dejar el Mortirolo y Gavia para la última jornada.
Así, Victor ya nos comunicó en Milán que se iba a cambiar el orden de las etapas  5ª y 6ª. También hizo un llamamiento a la responsabilidad y al conservacionismo para intentar hacer las etapas en las mejores condiciones. Si era necesario descansar, se descansaba; cualquier opción sería tenida en cuenta antes que reventar.
En el desayuno de hoy se recogerían los DNI’s de quienes fuéramos a hacer la etapa al completo. Se iba a pasar la frontera Italo-Suiza y era preciso ir documentado.
Preparativos antes de la salida en la puerta del hotel
Convencidos de nuestra capacidad, nos presentamos en la salida Luisinho, Yulius, y yo; amén de otros 18. En total 21, porque algunos iban a subir el PASSO STELVIO y se volverían para abajo. El resto de los nuestros optarían por subir el Gavia y volverse al hotel. 
Una parada en la subida al Stelvio bien merecía la pena
Bajamos hacia Bormio, y nos reagrupamos a la salida del pueblo hasta que llegara Paco Andueza con la furgoneta para recoger la ropa. Comenzamos a subir en pequeños grupos, y yo me quedo con Yulius. ¿Dónde está Luisinho? –le pregunto. ¿No debe estar muy lejos, no? –continúo. Y todo fue acabar de decirlo y verle tras una curva arreglando un pinchazo. Le esperamos y retomamos la subida. Luis va a su ritmo y Yulius y yo tiramos para adelante. Volveríamos a parar, igual que ayer en la parte alta de las curvas. Cuál es mi sorpresa que vuelvo a encontrarme con la familia de alemanes con la niña que me fotografió ayer por la otra cara del Stelvio. Eran de Sajonia y un encanto de gente. Llega Luisinho. Más fotos, y para arriba amenizados por los silbidos de las marmotas, que se dejan ver como no es habitual, al menos en Pirineos. Me suelto un poco a falta de 5 kms., pero sin forzar en absoluto, lo que hace que llegue arriba solo.    
Últimos km. de subida del Stelvio por Bormio
Oscar y Guillermo, sureños de pro, no aguantan el frescor de la mañana 
La bajada hacia Prato Allo Stelvio se hace sin interrupciones, y al llegar allí, esperamos tumbados a que llegue el vehículo. Llevamos 59 kms. y al sol nos están cayendo nada menos que 34 ºC. ¡Vaya perra que tengo encima! Continuaremos la marcha por la SP-50, subiendo sin descansos hasta el km.80, donde alcanzando Santa María Sielva giraríamos a la izquierda para comenzar la ascensión al PASSO UMBRAIL.
Willy consagrándose como "grimpeur"
Entre casas nos recibe un paredón del 10,5% que nos saca del pueblo. Adelante se ha hecho un grupo de seis unidades, y entre ellos un colombiano con perneras y chaqueta térmica ¡Ufff!  Guillermo se mete con ellos. ¿Dónde irás? –pienso mientras adecúo mi ritmo. A la segunda curva, Guillermo ya va arrastrando el ancla. Recojo lo que queda de él, y le animo a tirar para arriba. En las curvas se me echa encima, pasándome por el interior, mientras que en los tramos rectos se me queda. Para más inri, no oigo otra cosa que su cambio; para arriba y para abajo una y otra vez. ¿Por qué cambias tanto? –le pregunto. ¡Porque cambia la pendiente! –me responde. ¡Coño, no lo había pensado así! –pensé. 
¡Mira Willy, vamos a hacer el Barrio Sésamo de la bicicleta! ¡Empecemos por tomar las curvas por el exterior, y luego recortarlas para que se recuperen las piernas! ¡Después, deja el cambio en el desarrollo en que te sientas más cómodo! ¡…Y no lo toques, ya te diré cuando puedes cambiar! Algo debió funcionar, pues la ventaja que sacábamos a nuestros seguidores aumentó sobremanera cuando en un tramo en el que bajamos hasta 3 coronas, relanzamos las bicis en pos de los 2,5 km. de “sterrato” que tenía este puerto. Al pasar el tramo de tierra nos quedarían 5 km. Sigo animando a Guillermo adelantándome en las curvas que nos quedan, y a qué distancia se encuentra la siguiente. Y es que esto de llevar el Garmin con mapas… Cuando Willy ve cómo han aumentado las diferencias, y que quien nos sigue es Íñigo, exclama: ¡Qué baile les estamos dando! Nota del autor: Si esto lo oyes con marcado acento chileno, y a 2.500 mts. de altitud, no puede por menos que sonar a halago.
Passo Umbrail. Una alternativa para subir el Stelvio

En el cruce con la subida con el Stelvio está el avituallamiento preparado. Según llega la gente, el pensamiento de la mayoría se traslada a la subida a Santa Caterina. Me parece que va a haber overbooking en la furgoneta, y ya se ha avisado que se harán los viajes que sean necesarios.
Nos lanzamos a la bajada del Stelvio sin las interrupciones que conllevó la novedad de la primera vez. Yulius ya me dijo que iba a subir en la furgo, porque además se le habían jodido las calas de las zapatillas, y por eso paramos en una tienda de bicis de Bormio. Mientras, Luisinho se mantuvo en hacer la etapa íntegra. Con esta premisa, me planteé la última subida a mi aire y, creo que terminó gustándome este final. Más me hubiera gustado si no hubiera rechazado la rueda de Luis Arza cuando me pasó a falta de 5 km., pues según nos acercábamos a Santa Caterina comprobaba que Luis no me sacaba más de 150 mts.
Hoy ha sido una torrada en mayúsculas, pues el Garmin me ha marcado ¡¡¡3.676 mts!!! ¡Igual van a tener razón los que han dicho que hoy había que descansar para la que nos viene mañana!
Salgo por Santa Caterina con la intención de comprar unas cervezas de la marca Stelvio y, cómo no, de hidratarme sentado en un bar.

Trayecto 5ª Etapa (Santa Caterina - Santa Caterina) 

No hay comentarios: