miércoles, 29 de agosto de 2012

Cycling Dolomiti: 4.- Bolzano – Santa Caterina (Stelvio-Santa Caterina) 147 km.

Ayer por la tarde vi cómo Biktor se cogía por banda a Luis Romeral y a Íñigo para preparar la salida de hoy. Los demás, quien no estaba ya duchado, estaba tomando cervezas, o cuando menos, echándose la siesta. En mi caso, yo estaba en el hall del hotel, conectado a internet sin hacer nada importante, pero valorando muy mucho los 40 kms. extras que estos se tenían que hacer para que mañana todos vayamos por el camino seguro y sin dudas. ¡Gracias chicos! 
Hoy tocaba vestir el maillot oficial de la Cycling Dolomiti
La etapa de hoy, con el plato fuerte del PASSO STELVIO, exigía el protocolo de vestir el maillot de Cycling Dolomiti. Es bonito ver cómo los grupos más o menos homogéneos según su procedencia, se unen para captar la instantánea de salida. 
Salimos a las 8:44h. hacia el SO de Bolzano, para tomar un carril bici que circula paralelo a la carretera SS-38 y a la vía del tren. a través de Merano y el Val Venosta. En algunos tramos vamos bastante rápido, por encima de los 32 km/h, sólo reduciendo la velocidad cuando nos cruzamos con otros transeúntes del carril bici, cuando hay algún repechón, cuando toca ceder el paso en los cruces, o cuando atravesamos tramos de “sterrato”. Javi Íñiguez ha pinchazo el tubular a la entrada de Merano y paramos para ayudarle; todo el grupo ha parado 200 mts. más adelante. En el km. 42 los camiones tienen preparado el primer avituallamiento de la jornada. Hay excelentes vistas sobre una gran cascada al norte. Los Tatos y Guillermo ponen a prueba la madurez de los plátanos en su particular cámara frigorífica. 
Arrancamos de nuevo. Aunque vamos rápido, tenemos la sensación de que no vamos a llegar nunca a Prato Allo Stelvio. Tener a Fernando Acosta (Colombia) delante, es una muy buena referencia. El chirrido de sus frenos me avisa de cuando hay frenazos.
Kilómetros y kilómetros de cultivos de manzanos flanquean el carril bici. Muchos, desde la bici, están tentados de alcanzar alguna pieza sobre la marcha; no sería difícil. Paramos en otro cruce. Mientras, algunos aprovechamos para “regar” los cultivos. Luis Romeral e Íñigo controlan la cola de grupo y reemprenden la marcha con nosotros. Tiro de un quinteto, pero sin superar los 34 km/h. No se ve al grupo principal, pero no pueden estar lejos; serán 200 ó 300 mts. Luis Miguel, de Madrid, me pasa y me da un toque en la pierna en clara señal de que le coja rueda. No es necesario tanto empeño -pienso-, ya que nos estamos uniendo al grupo sin problemas. Cazamos y permanecemos a cola. Creo que no pasó ni un minuto, cuando me vi involucrado en una caída con Luis Miguel (km.69). Me levanto y noto que tengo un fuerte golpe en el pecho y una falange de la mano izquierda se me ha amoratado. Yulius se lleva mi bici para enderezar manillar y rueda. Luis permanece en el suelo dolorido y, aunque se incorpora, se queja mucho del brazo derecho. Se le ha roto el manillar. Tenemos un médico en el grupo, quien en el avituallamiento de Prato Allo Stelvio (km.86) le diagnostica un daño mayor en el codo. Es imposible que siga. Me siento mal; muy jodido.    
Consternado por el accidente, pierdo el control de quién y cuándo se reanuda la marcha hacia el Passo Stelvio. Arranco, y en los primeros 3 kms. se forma un grupo de unas 12-15 unidades. Hay tráfico, y se circula muy rápido. Alguno llega a ponerse hasta ser el cuarto ciclista en paralelo. Una locura. Enrique, de Pamplona, quien ha sido mi compañero de habitación en Bolzano, grita cabreado para que se circule en fila. La tensión que acumulo no me permite el lujo de viajar aquí de forma pasiva, así que cambio el ritmo y abandono el grupo. Me quedan 22 kms. por delante, y no sé si aguantaré; pero una cosa tengo clara: necesito ir solo. Hemos empezado a subir con 33 ºC. No me sobra confianza, y esto parece una Misión Imposible.
Al poco rato cojo a Baybay. Le digo que va muy fuerte y que regule. ¡Mira quién fue a hablar, uno que se va a dar de bruces contra las faldas del Stelvio!
Paso un túnel y llego a un hotel (cota 1.500 mts.) en cuya fachada se anuncia como Vista Bonita. Esa vista está a mi derecha, y se trata de los enormes glaciares que cuelgan de las altas paredes del Parque Nacional del Stelvio. La temperatura ha descendido a 20 ºC, y la carretera escala serpenteando a través de un bosque por el que rápidamente se alcanza la cota 2.000. No pasa inadvertido que los coches que coinciden en nuestra ruta son, cuando menos, del nivel de Porches, Maseratis, Ferraris, etc., etc. De las motos podría decir lo mismo, salvando la excepción de la concentración de Vespas que, como abejas zumbonas, se lanzaban a lo kamikaze por las laderas del coloso dolomítico.
Se acaba el bosque y una curva a derechas deja ver el espectáculo de las famosas curvas del Stelvio. Brisa ligera y 18 ºC. Me quedan 9 kms. y nadie del grupo parece dispuesto a cogerme. El más cercano está dos curvas más abajo. Saco la cámara de vez en cuando y hago fotos hacia adelante, hacia la izquierda, hacia arriba…. Paso a bastantes holandeses que no sé de dónde han arrancado. Voy a más. Me pasa Raúl con la furgoneta y me anima a toques de claxon. Gran persona este Raúl, quien más tarde me confesaría que jamás lo había pasado tan mal conduciendo a través de las tornantis del Stelvio. Desde un descapotable, otros me gritan: Go, Go, Go...! (han sido los únicos que han animado).
Oí que muchos ciclistas tuvieron problemas, y que inclusive llegaron a pararse a causa de atascos provocados por vehículos en las curvas (motos caídas, golpes en los bajos, etc., etc.). No fue mi caso y, aunque más de un moto me adelantó en alguna curva por el interior, cada una de las tornantis era una lanzadera para la siguiente. Si la pendiente media de los últimos 9 kms. era del 9%, yo mantenía el ritmo entre 11-12,5 km/h.
Me acuerdo de Luis, y de su accidente. Yo he hecho bastantes sacrificios por estar aquí este año, y he intentado que mi estado de forma fuera aceptable para superarlo con garantía. Imagino que a él le haya ocurrido lo mismo. No es justo acabar así, pero como sus mismos compañeros me comentaban, desde el momento que nos subimos a una bici estamos asumiendo unos riesgos. Repito que no es justo.
En la última curva del Stelvio
A falta de 3 km., en una curva, está Marilén con el resto de acompañantes. Animan. Cierro el puño y yo me animo también. 
Última curva. Faltan 500 mts. y preparo la cámara para ponerla en modo vídeo. Marcas de pintura en el suelo para indicar la llegada al passo. 300 mts, 200 mts., pongo el vídeo a grabar… …100 mts. Hablo, me animo. Pulsaciones a 161, pero no es de esfuerzo, es de excitación. Grito, ¡Vamos Fernando!
En el alto está Elisa y… ¿quién va a ser? …Luis Arza. Ya empiezo a dudar que no ande conchabado para subir en la furgoneta. Me hacen una foto y me vuelvo a bajar al 1º tornante a ver cómo suben todos. La hija de una familia de alemanes, me hace una foto de pose en esta curva. 
Kike, JaviDF, Yulius, Javi Íñiguez y la JesusA, Baybay, Oscar, y Paco, llegan en un breve plazo de tiempo entre ellos. Como haría en el Ventoux, acompañé a Paco en los últimos metros de la ascensión para contagiarme de su emoción y la congoja que da superar otro reto. Mientras todos estábamos en el pódium habilitado para conmemorar el hito, llegó Adrián y se sumó a la celebración. Un poco más tarde llegaría Luisinho, y después Luis-Cuñado, del que ya no dudamos que vaya sobrado, quien cerraría el grupo con Biktor. ¡Éxito total Mirandés! 
Acabando Stelvio con Paco y JaviDF
Piranaica.com había establecido que nos hiciéramos la foto conmemorativa con el maillot de Dolomiti, pero el miedo a coger frío hizo que muchos se pusieran varias capas de ropa, con lo que resultó ser más un collage, que una foto de grupo. 
Empezamos a bajar hacia Bormio. La primera parte es bastante rápida y la temperatura es de 11 ºC. Tras 8 kms. de descenso, se abre ante la mirada otro espectáculo: una gran cascada con sucesivos saltos de agua a nuestra derecha y, lo que pudiera parecer la carretera, no son sino los enrevesados intestinos del Stelvio que van a ir evacuando ciclistas a través de las galerías, cual montaña con cagalera.

Descenso del Stelvio hacia Bormio

Llegamos a Bormio, y ahora sí que la hemos cagado, pues nos quedan 12 kms. que pican bien para arriba hasta llegar a la ducha, a la cama, o al cubo de la basura. Así cada uno con sus fuerzas. Tendremos un descanso de 2 kms. hacia mitad de la subida para encarar la parte final un poquito más exigente. A Íñigo y Luis Romeral les han dado rienda suelta para subir a su bola y, aunque me engancho un rato con ellos, prefiero acabar a mi trantrán, antes que a su trontrón ¡Bárbaros! Aunque he hecho gran parte de esta última subida solo, alcanzo a falta de 4 km. a parte de mi grupo para llegar con ellos a Santa Caterina. Hoy han caído otros 3.200 mts. de desnivel.
Las extraordinarias instalaciones del Hotel 3 Signori****, van a ayudar a que las penas y los dolores de piernas sean menores. Buena cena, unas cervezas, crema de efecto criogénico, y una sesión de electro-estimulador, contribuirán a la recuperación. 

Trayecto 4ª Etapa (Bolzano-Santa Caterina) 

2 comentarios:

Lorenzo Parra T. dijo...

Hola, exelente relato de una extraordinaria aventura.Alguien tendría la amabilidad de detallar la ruta a seguir,para quien desea hacer el recorrido,señalando la mejor época del año,transporte a usar,hoteles,valores,etc y enviar a loedparra@gmail.com
gracias y nuevamente felicitaciones
Lorenzo

Clifford dijo...

Hola Lorenzo. Me alegra que te haya gustado. Al final de la crónica tienes un enlace para ver el detalle del recorrido en la web de Garmin. Es cierto que estoy probando ahora y la página está temporalmente fuera de servicio por mantenimiento; no te preocupes, estará disponible en breve.
Respecto a la mejor época para andar por allí... ¿qué quieres que te diga? Es una lotería. Nosotros tuvimos la enorme suerte de pillar unos días estupendos. Biktor Andueza, responsable de Pirenaica.com, viajó con más asiduidad a la zona para preparar todo el tema, y quizás tenga más criterios para aconsejarte (info@pirenaica.com). Repito, dentro de un periodo estable como es verano, todo es cuestión de suerte. Si quieres saber de una zona concreta dentro de las que desarrollamos las etapas, me dices e intento enviarte info de hoteles.
Un saludo,
Fernando Dueñas